Tras distintos experimentos con ratones, un grupo de investigadores asegura que un tratamiento a base de extracto de durazno inhibe la metástasis del cáncer de mama.
Los polifenoles de melocotones o ciruelas podrían ser un mecanismo natural contra la metástasis, pues asesinan selectivamente las células cancerígenas, sin atacar a las células sanas.
El hallazgo podría suponer un gran noticia, ya que simplemente incluyendo en nuestra dieta un par de melocotones o tres podríamos estar luchando contra ésta terrible enfermedad.
Al parecer, el melocotón tiene unos compuestos químicos, capaces de matar a las células cancerosas sin afectar a las células sanas, pero habrá que seguir haciendo pruebas para comprobar que el melocotón puede realmente ser beneficioso en la lucha contra el cáncer de mama, e incluso de algún otro tipo de cáncer.